domingo, 7 de agosto de 2011

Asilo para Ciegos Purísima Concepción (hoy Fundación Catalina Suárez)

Este bello y sencillo edificio neomudéjar está situado en Madrid, en la Avenida Ciudad de Barcelona 85. Es un edificio bastante intacto, exento en una parcela que ocupa gran parte de la manzana, con su valla frontal también en estilo neomudéjar, con pilastrones enmarcando el acceso, con un bonito pabellón de portería y unos amplios jardines traseros, constituyendo un conjunto noble aunque modesto de edificio institucional decimonónico. Su presencia se hace notar en el barrio, con el reloj sobre la entrada y sus árboles y pequeño jardín en la fachada a la Avenida. El edificio goza de protección nivel 2 estructural según el catálogo del Ayuntamiento.
Fue proyectado por Eugenio Jiménez Corera en 1907 y ejecutado desde 1908 a 1912 por él y Jesús Carrasco Muñoz Encina,  y el pabellón de portería es de 1919 de Antonio Álvarez Redondo, posteriormente se amplió en 1929. Actualmente ha sido transformada en Residencia de la tercera edad, y de ancianos ciegos, para 156 personas, incluyendo cocina y cafetería, tras reforma de José Félix Labanda Gil.
La institución fue fundada por Catalina Suárez, Marquesa de Vallejo. El edificio tiene una planta en E, el eje central separaba las zonas de mujeres y de hombres. En la entrada, centrada, se halla la escalinata de acceso a vestíbulo, detrás, el brazo central que asoma al jardín patio trasero, con la capilla y tras ella el alojamiento de las hermanas de la comunidad religiosa. Al frente y a los lados de la entrada, formando la fachada principal estaban las habitaciones para “distinguidos”, en la planta alta, y sus comedores y office en planta baja, con escaleras propias.

La fábrica es de ladrillo visto, con ese estilo elaborado que personalmente tanto aprecio, y que es tan habitual en Madrid. Con relieves ejecutados con el propio ladrillo (rehundido o resaltado) se trazan las líneas de imposta o frisos y la decoración geométrica en huecos y aleros. El alero superior está decorado con aparejo de ladrillos escalonados con modillones volados a sardinel bajo la cornisa. Resultan especiales las esquinas curvas de los pabellones laterales en la fachada y la balaustrada de ladrillo que remata estos y el edificio. En los frentes de las tres alas, aparecen pilastras en relieve de ladrillo que realzan su verticalidad, y unos brillantes azulejos verdes vidriados protegen, a modo de tejadillos, los remates de estas pilastras. En los laterales se enfatiza la sucesión de ventanas y pórticos al jardín. Resultan interesantes las antenas ornamentales de forja que rematan los frentes de las alas, y las farolas anexas a la escalinata de entrada de motivos orgánicos y original diseño.